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  • Anna Sierosławska

Traducir y los abuelos

Después de este gran viaje que hemos hecho por Europa, hemos regresado al mundo real y nos hemos tenido que poner las pilas muy rápido.

El pasado mes de julio nació Míriam y en agosto arrancamos nuestra furgoneta y nos fuimos de viaje hasta Cabo Norte. Ha sido una experiencia fantástica de la que tengo muchas ganas de hablaros, pero no ahora, sino en otro momento, cuando nos hayamos hecho con las riendas de todo nuevamente.

Mi marido ha vuelto al trabajo y los niños de pronto están en casa en vez de corriendo en un bosque y les cuesta un poquito hacerse a la idea. Yo he seguido trabajando a lo largo de todo el viaje: creo que es una gran ventaja la que tenemos muchos traductores. Traducir desde donde quiera que estés es otro tema del que quiero contaros los pros y los contras, porque no todo lo que reluce es oro.


La cuestión es que una vez aquí nos hemos encontrado con un montón de cosas que hacer: visitas a médicos, citas, reuniones... cosas que casi me atrevo a decir que habíamos olvidado y que de pronto están presentes otra vez en nuestro día a día. Además, la semana que viene tenemos una cita en un centro y es curioso porque al concertarla nos preguntaron si iríamos solos, es decir, sin niños. Mi marido no supo contestar porque no sabemos cómo hacerlo.


Yo soy de Cracovia, él es de Cartagena y vivimos en Zaragoza desde hace apenas dos años. Nuestros padres están lejos y no podemos contar con ellos para estas ocasiones ni para otras tampoco. No conocemos a nadie de tanta confianza para dejarle a nuestros tres pequeños así que sentimos verdadera envidia de todos los padres que tienen a sus respectivos padres cerca, por un lado porque es una ayuda tremenda en casos como estos y por otro lado por lo bonito y beneficioso que puede llegar a ser para los niños tener a sus abuelos cerca, escuchar sus historias aunque les aburran o hacer esas travesuras que los padres no les consienten, en definitiva simplemente tener abuelos.


Como curiosidad, en Polonia tenemos un día de la abuela, el 21 de enero. Que yo sepa aquí en España no hay nada por el estilo. El día de la abuela (Dzień Babci), y también el día del abuelo (Dzień Dziadka), que es el 22 de enero, se celebran en Polonia hace relativamente poco. Creo que fueron promovidos por una revista en los años 60. Es cierto que aparte de intentar honrar la figura de los abuelos, personalmente no recuerdo celebrar nada como puede ocurrir con un cumpleaños o el día de la madre, pero sí que les regalamos unas tarjetas de felicitación hechas a mano (Laurka). ¿Vosotros conocíais este día? ¿Y lo celebráis de alguna forma especial? El próximo año queremos que Pedrito y Leon hagan las suyas porque aunque vivamos en España nos gusta mucho compartir con ellos tantas otras cosas de Polonia que para ellos son verdaderos hallazgos, auténticas curiosidades.


Foto: Biblioteka Piaseczno

Al final creemos que acabaremos dando el paso de buscar y contratar a alguien para que se ocupe de los niños esa tarde, algo que nunca hemos hecho y que nos produce verdadero estupor. Prometo teneros al día y contaros cómo nos las arreglamos finalmente. ¿Tenéis alguna idea aparte de esta? ¿Os ha pasado algo similar?



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